Hermano y amigo, dejame tu impresión con fervor militante del cumpa comprometido y heroico que baja del monte y libera pueblos a diestra y siniestra y que no le tiembla el pulso para empuñar su FAL y emprenderla contra los agentes del capitalismo foráneo transnacional que no se bancan a que el compañero D'Elía sea secretario de estado como tampoco se bancan que la compañera Normah Kennedy haya ocupado las tierras para que el pueblo, simple y feliz, tenga un lugar donde leer la revista Libre en paz y no sea tildado de "negraje", tal es la acepción que los apátridas de siempre utilizan para dirigirse a nuestros compañeros alegres y cantores que no joden a nadie y que van caminando, sin prisa pero sin pausa, haciendo sonar sus mocasines raídos pero conformes con Moyano Conducción, que conduce desde su Passat porque por el mismo precio le viene con pack eléctrico y airbag y así, humildemente, se pueden conducir de casa al trabajo y del trabajo a casa como decía El Macho, ¡qué joder!, si la liberación es posible y está a la vuelta de la esquina y allí vamos a marchar y nos vamos a lavar las patas en la fuente y en Unicenter y vamos a descolgar los posters de Lonardi y colgaremos los del Compañero Bonasso ¡PRESENTE! y está muy bien que le haya dado un bife al gorila proimperialista cagón de Fredi Storani, porque el compañero Bonasso se jugó las pelotas y revolucionó allí y acá, acá y allí, acullá y acucullalá y se calzaba el fierro pero lo hacía por el pueblo que, manso en su mansedumbre pero en un grito rumboso y postrero, hace sonar la campanada de una nueva alborada: la hora de la liberación que es posible y copada. Y ya que estamos, fundo Palermo Perón y me voy a comer el sushi de la liberación, man.
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