Querido compañero de la militancia recia y señera aupada bajo el fuego sagrado de las conquistas históricas que hicieron de esta grande Nación el terreno fértil que parió los sueños de la Patria Grande Liberada, rompiendo las cadenas que la sometían a un futuro de dependencia, entrega y miseria, hambreando al manso pueblo trabajador y preñando el futuro de incertidumbre ante la ausencia física del Lider indiscutido que conduciera a las masas a un destino de grandeza bajo la amorosa mirada de la Abanderada de los Humildes que, con su compromiso ineludible hacia los que más sufren, lo dio todo para que nuestro país se levante y camine con la frente bien alta por el campo de batalla en donde los restos de la oligarquía cipaya y entreguista aún humean luego del fuego patriota nutrido por los parquets con que los compañeros gestaron el nutritivo asado que alimenta al obrero peronista:
Me dijeron que te está yendo bien, cosa que me alegra.
Un abrazo,
Ambrosio
